Una observación histórica que cambió nuestra comprensión del cosmos.
En septiembre de 2001, un equipo de astrónomos liderado por Frederick K. Baganoff del Instituto de Tecnología de Massachusetts (MIT) realizó una observación trascendental utilizando el Observatorio de Rayos X Chandra de la NASA. Detectaron un destello de rayos X proveniente de una región en el centro de la Vía Láctea, conocida como Sagitario A*, que indicaba la presencia de un agujero negro supermasivo.
Este destello, que aumentó su brillo hasta 45 veces en pocos minutos y luego disminuyó rápidamente, proporcionó evidencia directa de que Sagitario A* estaba "devorando" material circundante. La rapidez del aumento y disminución de la intensidad sugirió que la fuente de emisión era extremadamente compacta, compatible con las características de un agujero negro supermasivo. Además, la observación coincidía con las predicciones de la teoría de la relatividad general de Einstein, que postulaba la existencia de agujeros negros en los centros de las galaxias chandra.harvard.edu.
Aunque ya existían indicios indirectos de la presencia de un agujero negro en el centro de la Vía Láctea, como el movimiento de estrellas cercanas, este evento marcó la primera observación directa de actividad en Sagitario A*, consolidando la teoría de que los agujeros negros supermasivos residen en el corazón de las galaxias WIRED.
La detección de este destello cósmico en 2001 no solo confirmó la presencia de un agujero negro en el centro de nuestra galaxia, sino que también abrió nuevas puertas para el estudio de estos enigmáticos objetos celestes. Esta observación histórica sigue siendo un hito en la astrofísica moderna y un testimonio del poder de la tecnología y la curiosidad humana para desentrañar los misterios del universo.
Si te apasiona el cosmos y deseas profundizar en este fascinante descubrimiento, te invitamos a ver el siguiente video que explora en detalle la historia y las implicaciones de la detección de Sagitario A*:
Publicar un comentario