A 40 años del terremoto de 1985, la Ciudad de México sigue recordando no solo los edificios caídos ni las vidas perdidas, sino el dolor silencioso que nadie reconoció. Cada minuto cuenta 2, la nueva temporada dirigida por Jorge Michel Grau, se adentra en ese silencio que llegó después del estruendo, transformando la ausencia de respuesta en un grito de memoria y justicia.
“La primera temporada cubrió las primeras diez horas del 19 de septiembre. Esta segunda entrega inicia a las 10 de la noche y sigue hasta la madrugada del 20, mostrando lo que pasó cuando la ciudad trataba de recomponerse”, explica Grau. Esta vez, el foco está en la réplica de 7.5 grados, un segundo golpe que no derribó edificios, pero sí afectó a los voluntarios y rescatistas, exponiéndolos a riesgos que pasaron desapercibidos para muchos.
El costo de la solidaridad y la indiferencia
Cada minuto cuenta 2 revela el precio humano de la ayuda, cuando quienes actuaban por el bien común eran abandonados por quienes debían tomar decisiones. Grau comenta: “Mostramos cómo la ciudad colapsó desde distintos niveles: ciudadanos, médicos, brigadistas y también las oficinas e instituciones que no supieron o no quisieron actuar”.
Nuevos personajes, nuevas verdades
La serie retoma figuras conocidas como Camila (Maya Zapata), la reportera que pasó de buscar fama a perseguir justicia, y el doctor interpretado por Osvaldo Benavides, que lideró rescates imposibles desde el Hospital Juárez. Pero también incorpora nuevas voces, como Alicia, una mujer con diversidad funcional interpretada por la actriz sorda Lucila Olalde, un recordatorio de la inclusión real tanto en la narrativa como en el set.
“Nos transformó como equipo. Aprendimos a dirigir con lengua de señas y a repensar protocolos. Si íbamos a señalar la exclusión del 85, no podíamos repetirla ahora”, compartió Grau, mostrando un compromiso profundo con la historia y la memoria de todos los involucrados.
Esta temporada no solo cuenta lo que pasó, sino que pone en evidencia lo que quedó invisible, un recordatorio del valor de la solidaridad y de la importancia de no olvidar lo que la ciudad vivió aquel septiembre de 1985.
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