¿Quién se queda con el perro cuando el amor se acaba? Hasta hace poco, en la Ciudad de México la respuesta era un limbo legal. Pero el 2025 trae buenas noticias para los peludos: el Congreso capitalino aprobó una reforma que reconoce a perros y gatos como seres sintientes, permitiendo la custodia compartida de mascotas cuando una pareja se divorcia.
La iniciativa, impulsada por diputadas y diputados de distintas bancadas, cambia la narrativa: los animales dejan de ser vistos como “propiedad” y pasan a ser miembros de la familia. A partir de ahora, los jueces podrán decidir:
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Con quién vivirá temporalmente la mascota.
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Cómo se cubrirán sus gastos de alimentación y salud.
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Si procede un esquema de visitas, exactamente como sucede con la custodia de hijas e hijos.
Luisa Ledesma, diputada del Congreso de CDMX, explicó que el objetivo es mantener el bienestar animal y evitar que las separaciones terminen en abandono. “Esta reforma reconoce el vínculo emocional entre humanos y mascotas; el apego no se borra con un acta de divorcio”, señaló.
Royfid Torres, también legislador, añadió: “Antes pensábamos que la familia era mamá, papá e hijos; hoy entendemos que también incluye a nuestros animales de compañía.”
Las cifras respaldan el cambio. De acuerdo con la Agencia de Atención Animal de CDMX, el 50% de las denuncias por maltrato ocurren en el contexto de hogares rotos o separaciones. Tener reglas claras para la custodia reduce el riesgo de abandono y promueve la responsabilidad compartida.
Lo más significativo: la Ciudad de México es la primera entidad en México que reconoce de manera explícita la custodia compartida de mascotas, sentando un precedente jurídico que podría replicarse en otros estados.
En palabras de la diputada Elvia Estrada: “Proteger a los animales no es un acto de caridad, es una obligación legal”.
Para quienes aman a sus perros y gatos como hijos, esta reforma no es solo un cambio de ley: es un reflejo de lo que ya sabemos en el corazón —los animales también son familia.
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